Laparoscopia ginecológica
Es un procedimiento mínimamente invasivo para diagnosticar o tratar condiciones en el útero, trompas de falopio, ovarios y estructuras adyacentes.
Primero se introduce dióxido de carbono estéril en la cavidad abdominal mediante una aguja especializada. Este gas eleva la pared abdominal, separándola de los órganos internos y creando un espacio que facilita una visualización clara y segura de las estructuras internas.
Después, mediante una pequeña incisión (generalmente cerca del ombligo), se introduce un laparoscopio, un instrumento delgado con luz y cámara de alta resolución. Este dispositivo transmite imágenes en tiempo real a un monitor, facilitando la evaluación detallada de los órganos.
Según el caso, se pueden realizar una o más incisiones adicionales, de aproximadamente 1 cm, para introducir herramientas que permitan manipular los tejidos. Este procedimiento es bastante breve, genera menos tiempo de recuperación y riesgo de infección o sangrado.
Cirugía de mínima invasión para endometriosis
La endometriosis es un trastorno inflamatorio crónico dependiente del estrógeno, donde tejido similar al del útero crece fuera de este. Y el tejido que crece en estos lugares reacciona con las hormonas, causando dolor, inflamación, náuseas, sangrado abundante, etc.
Entre los lugares más frecuentes fuera del útero donde crece el tejido endometrial se encuentran:
- Ovarios: Forma quistes oscuros llamados endometriomas. Si se rompen, causan dolor intenso, náuseas o vómitos.
- Intestino: Hinchazón, dolor al evacuar, estreñimiento/diarrea o sangrado rectal durante la menstruación.
- Vejiga: Dolor al orinar, sangre en la orina o urgencia para ir al baño.
Cirugía de Mínima Invasión en Endometriosis: Criterios Técnicos
La selección de la técnica quirúrgica se basa en un enfoque individualizado, considerando los siguientes factores:
- La edad de la paciente: En pacientes jóvenes, se priorizan técnicas conservadoras para preservar la función ovárica.
- Deseo reproductivo: Ante un interés de fertilidad futura, se opta por métodos que minimicen el daño al tejido ovárico sano.
- Reserva ovárica:
- Reserva adecuada: Cistectomía (resección completa del quiste).
- Reserva disminuida: Drenaje simple del endometrioma para reducir riesgos de hipofertilidad.
Miomectomía laparoscópica
La miomectomía laparoscópica es una técnica mínimamente invasiva que permite extirpar fibromas o miomas uterinos conservando el útero. Está indicada en mujeres que desean mantener su fertilidad y reducir síntomas como sangrados abundantes, dolor pélvico o problemas reproductivos.
Los miomas uterinos son nódulos o masas de músculo liso que se originan en el miometrio o pared muscular del útero. Afectan entre el 30% al 50% de las mujeres, especialmente entre sus 30 y 50 años.
Síntomas más comunes:
- Sangrados menstruales muy abundantes o prolongados.
- Dolor pélvico o lumbar.
- Presión sobre la vejiga o el recto, con urgencia urinaria o estreñimiento.
- Dificultades para concebir o riesgos de aborto recurrente.
Clasificación según localización (FIGO)
- Subserosos (55%): Crecen hacia la cara externa del útero.
- Intramurales (40%): Se desarrollan dentro de la pared muscular.
- Submucosos (5%): Penetran en la cavidad uterina, asociándose a menorragias intensas.
Criterios de selección para miomectomía laparoscópica
- Tamaño máximo del mioma: ≤ 10 cm (en general, ≤ 9 cm para un abordaje más sencillo).
- Número de miomas: Hasta 3–4 unidades, siempre que ninguno supere 4–5 cm.
- Localización predominante: Intramurales o subserosos.
- Deseo de conservación uterina y fertilidad futura.
Resección de tumores de ovario por vía laparoscópica
Los tumores de ovario son protuberancias conformadas por tejidos que se desarrollan de forma anormal en el ovario. Afectan a unas 1 de cada 10 mujeres a lo largo de su vida, con pico de incidencia entre los 35 y 65 años (climaterio).
Naturaleza:
- Benignos (75–85%): Quistes funcionales, teratomas maduros, endometriomas.
- Sospechosos o malignos (15–25%): Requieren estudio histológico.
Síntomas:
- Aumento lento de volumen abdominal.
- Distensión, molestias digestivas o urinarias.
- Dolor agudo o subagudo ante torsión, rotura o hemorragia.
- Raramente, cuadros endocrinos o metabólicos asociados (hirsutismo, pubertad precoz, hipercalcemia, etc.).
La laparoscopia es una cirugía mínimamente invasiva que, en este caso, se realiza con tres pequeños orificios en el abdomen. Primero, se hace una pequeña incisión en el ombligo para colocar un tubo delgado (trócar) de 5 mm. A través de este, se introduce gas (como dióxido de carbono) para inflar el abdomen y permitir ver mejor los órganos. Luego, se inserta una cámara con una lente de 30 grados para guiar el procedimiento.
Bajo la visión de la cámara, se colocan otros dos tubos: uno de 5 mm en el lado donde está el tumor y otro (de 5 o 12 mm) en el lado opuesto. El tamaño del segundo tubo depende de las herramientas que el cirujano prefiera usar para cortar y sellar el tumor, como instrumentos eléctricos (monopolares/bipolares) o dispositivos de sutura mecánica. En algunos casos, se agrega un cuarto tubo de 5 mm si es necesario para manipular el tumor con mayor facilidad.