Parte de recibir una atención medica es ofrecer las mejores alternativas para tu bienestar. Como ginecóloga obstetra es mi responsabilidad y misión capacitarme para garantizarte un acceso a una medicina segura y con libertad.

Brindar una cirugía mínimamente invasiva y robótica no se trata de privilegio se trata un derecho para garantizar tu bienestar honrando tu autonomía para decidir.

Ventajas que trasforman la Cirugía mínima invasiva (CIM) y robótica sobre la cirugía abierta:

1. Menor sangrado y dolor posquirúrgico: Para una recuperación con energía y dignidad.
2. Hospitalización breve: Permite regresar a casa en un espacio seguro.
3. Cicatrices mínimas: Existe un respeto hacia tu cuerpo más allá del procedimiento en el que se busca no dejar marcas invasivas.
4. Reincorporación rápida: Recuperar la rutina, el trabajo y agenda personal sin comprometer la salud.

La cirugía asistida por robot nos brinda herramientas revolucionarias:

1. Visión tridimensional: Atención milimétrica para intervenciones seguras.
2. Movimiento con grados de libertad que imita y mejora la articulación de la mano humana.
3. Cáncer: Un abordaje con menos secuelas, más vida.

La laparoscopia y la robótica han revolucionado el manejo de patologías oncológicas, permitiendo tratar el cáncer ginecológico con mayor eficacia y menor impacto físico. Gracias a estas técnicas, se ha consolidado una experiencia significativa en cirugías complejas, como la histerectomía radical para cáncer de cérvix, la laparoscopia diagnóstica y la cirugía para cáncer de ovario avanzado y localizado, así como la cirugía para cáncer de endometrio, incluyendo la linfadenectomía retroperitoneal. Además, también se aplican en procedimientos menos complejos, como histerectomías y anexectomías.

Porque no se trata de sobrevivir un diagnóstico sino dignificar todo el proceso, como paciente mereces recibir un acompañamiento y tratamiento de calidad que más que curarte te empodere.

Como ginecóloga-obstetra estoy comprometida con la autonomía de mis pacientes, considero la cirugía mínimamente invasiva como una opción esencial: segura, eficaz y respetuosa con el cuerpo. Permite una recuperación más rápida, facilitando la reintegración a la vida cotidiana y reforzando la autonomía y el empoderamiento de cada paciente.